A la espera de un análisis pormenorizado de los resultados de las elecciones, la primera y espontánea reacción es de satisfacción. El trabajo llevado a cabo en cuatro años, así como el específico de las últimas semanas, hacía que el domingo de las elecciones todos estuviésemos serenos desde primera hora. Cuando se ha dado todo lo que uno lleva dentro no hay sitio más que para sentirse a gusto consigo mismo.
CV ha obtenido un concejal más, y eso supone más responsabilidad; poco a poco, el Ayuntamiento de Villafranca va entreabriendo sus puertas y ventanas, y así irá ventilándose tanto despacho estancado.
Con una presidencia autonómica aún incierta, es el momento de hacer política local, es la hora de funcionar sin esperar que a los villafranqueses nos lleguen el dinero y las ideas de fuera. En Ciudadanos de Villafranca ya hemos destacado la importancia de recuperar la identidad de nuestro pueblo, y eso no depende de ninguna subvención. La prepotencia debe dejar paso a la imaginación. Ahí está nuestro Programa de Trabajo, es para todos. Falta averiguar si en el gobierno habrá humildad y ganas de trabajar codo con codo. Cuando empiecen a amarillear los papeles de los grandes macroproyectos, cuando las segundas piedras se pierdan en el camino, cuando el faraón se vea obligado a compartir el rancho con el obrero; en fin, cuando decidan oficialmente que se acabó la época de vacas gordas (y sagradas), incluso para ellos; ahí tienen 23 páginas cuajadas de ideas que mejorarán Villafranca. Es la agrupación de todos y el programa de todos.
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